martes, 17 de agosto de 2004

Las Olimpiadas




En esta época tan especial llena de publicidad sobre las olimpiadas, podemos aprovechar el momento para inducir a nuestro hijo en la practica de algún deporte o en guiarlo a que se comprometa mas seriamente en el que practica actualmente.
Los atletas que estamos viendo realizar grandes hazañas se convierten en héroes a la vista de nuestro pequeño y también, de los no tan pequeños.
Saldrán a la luz pública innumerables historias acerca del esfuerzo, sacrifico, valor, unidad familiar, humildad, coraje, determinación, garra, compañerismo, fair-play y respeto entre muchos otros.
Todos estos valores y formas de vida son indispensables para un crecimiento integral con vistas hacia una adultez mas sana.
Recuerdo con mucho agrado como mi hijo se identifica en cada evento de este tipo con distintos atletas de varios deportes y así tuve opciones de todo tipo para encauzar sus inquietudes por emular a los grandes que salían en la tv.
Claro que recorrimos algunos deportes que van desde la natación, hasta el soccer pasando por el tenis. Pero el resultado valió la pena... el deporte ha sido parte importante de nuestras vidas.
Ayudémosle a nuestro hijo a elegir una disciplina deportiva en la cual nos comprometamos también a apoyarlo con asistencia, puntualidad, respeto al entrenador, etc.
Y si ya asiste a clases continuemos fomentando su motivación siendo participes en su actividad.
Ahora bien, a parte de propiciar la inclusión y permanencia en la practica deportiva, podemos utilizar los valores arriba mencionados para continuar fomentándolos no solo en el deporte si no en la vida familiar.
Además podemos seguir enseñándole a nuestro hijo que la gran mayoría de los atletas que estamos viendo en la tv son personas muy parecidas a nosotros, con metas bien definidas y grandes anhelos y que gran parte de su triunfo ha sido gracias a su entrega y dedicación. Podemos enseñare con valiosos ejemplos la satisfacción del logro... pero también la satisfacción del esfuerzo y el amor a lo que uno hace.
Publicado en: Boletin semanal del Club Alemán de México.

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