jueves, 2 de septiembre de 2004


huelum, huelum!

La Magia del Nacional


Quise titular a este articulo con esta frase ya que desde que la escuche por primera vez me ha dejado un buen sabor de boca.

Recientemente tuve la fortuna de haber trabajado con la selección de 3era. Fuerza de boliche de la Asociación del Politécnico (ABIPN) con miras al nacional que se celebró a finales de julio(2002) y de la cual fuimos anfitriones.
En la última de mis intervenciones con el grupo, uno de los competidores participó haciéndonos ver que él ansiaba que comenzara el evento ya que gustaba de la única e inigualable sensación de “la Magia del Nacional”.
Fue en este momento que comprendí lo que para él significaba el evento y la importancia que tenía que les compartiera este sentimiento.

Usualmente, por desgracia, escuchamos a los competidores temerosos de que se avecine el evento competitivo, sufriendo innumerables manifestaciones físicas y psicológicas relacionadas con la ansiedad pre-competitiva.
Podemos citar, por ejemplo: pensamientos negativos, derrotistas, dudando inclusive de su preparación y de su propia capacidad deportiva, presagian finales catastróficos, se muestran sumamente irritables, distraídos e intolerantes, fácilmente encaran discusiones, etc.
Por otra parte podemos citar en las manifestaciones físicas algunas como: trastornos en la alimentación, trastornos del sueño, resequedad en boca, palpitaciones, calambres, tropezones frecuentes, gripas, erupciones cutáneas, etc.
Y estas son solo algunas de las reacciones de todo nuestro organismo a la ansiedad descontrolada que representa para nosotros la competencia próxima. Nuestro cuerpo demuestra lo que sentimos o padecemos.

Cuando le pedí a Francisco (autor de la frase) que nos explicara a todos lo que para él significaba el próximo evento nos inundó de sentimientos y pensamientos frescos, inteligentes, audaces y valientes. El nos dijo que para él ya era una victoria el haber quedado dentro de la selección y que ahora el nacional era un placer jugarlo. Dijo tener muchas ganas de participar y derribar pinos.
De trabajar cada tiro en las mesas y poner más del 100% para aprender a leerlas (conocer el aceitado y las condiciones de la pista para planear e ir haciendo ajustes a los tiros) lo más rápidamente posible. Dijo tener muchas ganas de conocer ya a sus adversarios y dejar en las mesas todo lo que había entrenado y sabía. Pero otro comentario igualmente importante fue cuando dijo, que así como participaría buscando la excelencia, sabía que cualquier evento de alguna u otra forma presentaba situaciones adversas y que también quería enfrentarlas y superarlas. Y que así como había competidores que eran sus amigos había competidores que no le agradaban y tenía que tolerarlos. Así que ha todo este abanico de vivencias en una sola semana y por un par de horas al día lo denominó “la magia del nacional” y que, indudablemente, no se la perdería.

Pude captar el asombro de algunos de los presentes ante tal afirmación. Y creo entender el porque a muchos nos cuesta trabajo aprender a ver la competencia desde otro ángulo.

Estamos acostumbrados (la mayoría) a sufrir la competencia, a padecerla y darle un significado emotivo fuera de la realidad. Cuando ponemos en juego nuestros valores, nuestra persona e identidad en cada participación deportiva estamos poniéndonos en una situación muy frágil que nos acarreará conflictos, dudas, miedos, etc. Pero si aprendemos a otorgarle a la competencia otro significado creo, vehemente, que podemos comenzar a disfrutarla.

Busquemos entender el evento deportivo como una vivencia en la cual nos conoceremos más, en la cual pondremos en práctica toda nuestra preparación física, nuestras habilidades técnicas, tácticas y psicológicas. Pensemos que es una oportunidad única para aprender a luchar y a no darnos por vencidos.
Recordemos que de la manera en la que enfrentemos estos retos, estaremos enfrentando muchos más en nuestra vida adulta.
Y algo más que es sumamente importante, apreciemos el momento pues cada evento es único y no se vuelven a repetir las mismas circunstancias.
Así que los invito a aprender a disfrutar, desde los entrenamientos diarios, hasta aprender a disfrutar la preparación de la competencia y a ella misma, con todos sus bemoles.
Los invito a buscar, en sus particulares disciplinas deportivas, “la Magia del Nacional”.
Publicado en: www.asdeporte.com