viernes, 20 de agosto de 2004

Contra quien juega nuestro hijo ?




Generalmente, hablando de tenis, cuando nuestro hijo tiene partido nos preocupamos por saber contra quien le toca jugar en la siguiente ronda del draw.
Cuando ya nos enteramos del nombre del contrincante, solemos discutir con nuestro hijo acerca de cómo vimos a este pequeño jugar el último torneo, recordamos contra quien jugó, y si perdió o ganó partidos intensos.
Ofrecemos nuestro punto de vista sobre las habilidades tenísticas del oponente, si antes tuvimos la “suerte” de verlo jugar, contamos con mas recursos sobre tenis y su técnica para poder, con toda confianza y seguridad, hablarle a nuestro pequeño tenista sobre lo que nosotros apreciamos de lo que será su próximo encuentro.
Básicamente es así como vamos preparando a nuestro hijo para su siguiente match, discutiendo ambos sobre sus posibilidades en el terreno de juego, sobre las debilidades del otro tenista, muchas veces hasta podemos predecir un marcador, una actitud o un comportamiento del oponente y de sus papas, a veces platicamos sobre la necesidad de buscar un árbitro para su partido, etc.
Pero que sucede cuando nosotros, como padres de familia, no somos tan conocedores del tenis como para poder hacer una crítica adecuada del tipo de juego de los demás y del de nuestro hijo ? Que pasa cuando solamente hemos sido espectadores en entrenamientos y en torneos y no contamos con la indispensable preparación de un entrenador, para así, poder evaluar el tenis de los demás y el de nuestro propio hijo?
Que pasa cuando solamente somos jugadores sociales o competitivos de algún evento de adultos y desconocemos la competitividad en todos sus aspectos de los infantiles y juveniles?
Siempre me ha llamado mucho la atención, en más de 10 años de ver buen tenis, cuando escucho a padres de familia predecir la actuación de su hijo en base a un oponente en particular. Es más he sido testigo cuando en draws de eventos nacionales, sin haber comenzado el propio torneo, los papas ya han hecho sus cálculos y han llevado a su hijo de manera ficticia a jugar cuartos o semis del torneo...y todo porque ya saben como juegan los demás y conocen cual será el resultado.
Déjenme decirles que al “preparar” a su pequeño tenista (y sobre todo antes del partido) sobre el posible resultado, sobre su técnica, sobre la estrategia a seguir, etc., éste entra a la cancha ya con una presión extra. No nos olvidemos que también, con el afán de apoyar y orientar muchas veces comentamos a la hora de la comida, en el coche o en la reunión familiar, que el próximo partido será fácil, que el oponente no juega a su nivel y que él debe de ganar. Se imaginan que siente nuestro hijo cuando el resultado no es favorable y todo indicaba que sería lo contrario, que para ustedes el partido ya estaba resuelto? Y al contrario imagínense las expectativas de nuestro hijo si le comentamos que su próximo contrincante es muy fuerte, que es difícil en la cancha, que a lo mejor termina el torneo hasta esa ronda y que le tocó “mala suerte” pues jugará contra un sembrado.
Porfavor analicemos lo que platicaremos con nuestro hijo y busquemos la mejor manera de lograr transmitirle apoyo, comprensión, empatía y un profundo respeto.
Podemos dialogar antes del partido sobre la táctica que nuestro propio hijo eligió junto con su entrenador, podemos recordarle que esperamos todo su esfuerzo en la cancha, todo el respeto hacia su contrario y que lo apoyamos y que lo amamos sin importar el resultado.
O no es así?
Publicado en: www.atdf.com

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